¿Para qué me ayuda el Abrojo Amarillo?
¿Para qué me ayuda el Abrojo Amarillo?
Mejora el rendimiento físico: Ayuda a regenerar el cuerpo y fomenta el crecimiento muscular, por lo que se estudia aún su eficacia en los campos de entrenamiento deportivos para mejorar el rendimiento de los atletas.
Aumenta la potencia sexual: Se ha observado que aumenta los niveles de testosterona en el hombre, de modo que, incide en el bienestar sexual y en la función eréctil masculina. También ayuda a aumentar la libido en mujeres, incluso en etapas menopáusicas.
Ayuda al sistema inmunitario: Por mucho tiempo se ha utilizado para combatir infecciones y reforzar el sistema inmune.
Tiene capacidades diuréticas y antibacterianas: Por eso se usa a menudo para prevenir y tratar infecciones urinarias.
Es cardioprotector: La ingesta del tribulus terrestris resulta eficaz para reducir la presión arterial y proteger las funciones cardiovasculares.
También ayuda a:
Ayuda en la fase de crecimiento muscular.
Ayuda en la disfunción eréctil.
Incrementa la fertilidad, mejorando la producción de espermatozoides.
Incrementa la concentración de hormonas femeninas relacionadas con la ovulación.
Mitiga problemas relacionados con la menopausia.
Datos Extras:
Tiene poderes antiinflamatorios. Se ha utilizado para tratar dolores de espalda, inflamación general y del nervio ciático.
Previene enfermedades cardíacas. A muchos les ha resultado útil para atender patologías asociadas al sistema circulatorio o condiciones cardiovasculares como presión arterial alta, altos niveles de colesterol y mala circulación.
Conoce la Fórmula Magistral del día de Rodrigo Mondragón®
Fórmula del día 06 de Septiembre del 2023 ABROJO AMARILLO
Código SKU: 060923
Fecha de difusión:
06 de Septiembre del 2023
Tema del día:
ABROJO AMARILLO hojas C/T (Tribulus terrestris)
Subtema:
CANSANCIO MUSCULAR EN DEPORTISTAS
Fórmula para:
Cansancio muscular en deportistas. Respiración acelerada e irregular. Dolor en las articulaciones. Aumento del ritmo cardiaco. Falta de coordinación y de fuerza. Molestias y dolor generalizado. Pesadez y rigidez muscular. Agotamiento. Sensación de incomodidad y debilidad general. Los músculos no tienen la fuerza suficiente para continuar. Los músculos fatigados pueden comenzar a temblar involuntariamente. Dificultad para mantener la postura. Dificultad para mantener la postura erguida.