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Las arrugas son finas líneas que aparecen en el rostro como consecuencia del proceso de envejecimiento. Sin embargo, existen otros factores que pueden acelerar su aparición.

Durante la menopausia y en cualquier tipo de trastorno glandular, se produce la aparición prematura de arrugas. Desde que empiezan los primeros síntomas de la menopausia hasta que finaliza la posmenopausia, la reducción paulatina de estrógenos y colágeno tiene un impacto directo en la piel, provocando su envejecimiento progresivo.

La acción de estas hormonas aumenta el grosor de la piel y mantienen su elasticidad y humedad, y cuando dejan de funcionar comienzan los efectos negativos para nuestra piel.

Aunque la genética juega un papel importante para mantenerse más joven durante más tiempo, las consecuencias son inevitables.

Los efectos negativos en la piel de la menopausia son piel deshidratada: La piel pierde elasticidad y se aprecia seca y con aspecto rugoso.

Asimismo, arrugas más profundas y numerosas: las fibras de elastina y colágeno se degradan y la piel se descuelga, generando mayor flacidez y la aparición de arrugas, así como mayor fragilidad: La piel adelgaza y, al perder elasticidad, se lesiona más fácilmente.

Además, se presenta un tono desigual: la piel pierde luminosidad y frescura y el tono deja de ser uniforme, al aumentar la transparencia de la piel, así como más dificultad para cicatrizar, además de manchas oscuras pigmentadas que se acentúan en las zonas expuestas al sol.

No podemos evitar este deterioro, pero sí minimizarlo y retrasar el proceso de envejecimiento.

El “AGUA DESTILADA ROSA MOSQUETA” (Rosa eglanteria L.) retrasa los signos de envejecimiento prematuro y las arrugas. Esto se debe a la cantidad de antioxidantes y vitaminas que contiene, pudiendo penetrar en las capas más profundas de la piel.

Según la Clínica Cleveland de Ohio, Estados Unidos, la Vitamina C de la Rosa Mosqueta estimula la producción de colágeno, reduciendo las líneas de expresión y las arrugas de nuestro rostro.

Debido a su composición es altamente recomendable como remedio natural contra aquellas, pero también para las quemaduras, manchas de la piel, cicatrices (tanto quirúrgicas como accidentales, ayudando a atenuar y mejorar el color de las mismas) y el envejecimiento prematuro.

Los aceites grasos esenciales de la Rosa Mosqueta mejoran claramente la pigmentación de la piel, su textura y tono. Además, debido a su alto componente en antioxidantes y Vitaminas (principalmente C y A) produce colágeno y protege de los daños externos como el sol, reduciendo las marcas de estrías y las manchas de nuestra piel.

(Fuente: https://www.aceitederosamosqueta.com.es/)