¿Cuáles son los beneficios de la Cabezona de Río?
¿Cuáles son los beneficios de la Cabezona de Río?
Se usa para resfriado y sinusitis.
Alivio de los síntomas estomacales, que cursen con:
Vómitos.
Flatulencias.
Reflujos.
Como también con dolor, pero su mayor uso se repunta al tratamiento de las diarreas.
Esta planta resulta ideal para restablecer la flora intestinal en caso de ingestas de comidas pesadas o en mal estado.
Esta es una planta a la que se le han atribuido un espectro de propiedades médicas desde estimular el estornudo para la evolución de las enfermedades de vías aéreas superiores hasta para calmar el dolor que produce la degeneración de las raíces nerviosas dorsales conocida como tabes dorsal.
Usos tradicionales:
Hacer estornudar.
Para descongestionar las vías respiratorias.
Gripe.
Catarro constipado.
Limpiar la cara.
Bajar la fiebre.
Antineurálgico.
Es recomendable que lo tomen las personas que ya tuvieron hepatitis, cuando sale paño en la cara, cuando se tiene dolor en el área hepática, se busca desalojar la escoria del organismo, se debe usar Cabezona de Río.
Es útil para las personas que tiene problemas de sinusitis, padecimientos que se caracteriza por que la bacteria se reproduce entre los senos paranasales.
Esta área sirve para entibiar y humedecer el aire, para acondicionarlo en forma apropiada y no cause disturbios.
Cuando se tienen dificultades para mover un músculo o varios, se realizan comprensas con una toalla con el té caliente.
Se envuelve el pie o brazo, se toma el té y también se puede realizar vaporizaciones.
La Cabezona se puede respirar en rapé.
Esta operación se realiza aspirando por cada fosa nasal la planta en polvo, que se pone en la uña y se inhala con un fuerte respiro.
Conoce la Fórmula Magistral del día de Rodrigo Mondragón®
Fórmula del día 28 de Agosto del 2024 CABEZONA DE RÍO
Código SKU: 280824
Fecha de difusión:
28 de Agosto del 2024
Tema del día:
CABEZONA DE RIO hojas C/T (Helenium mexicanum)
Subtema:
TABES DORSALIS O NERVIOS DESGASTADOS POR INFECCIÓN
Fórmula para:
Degeneración de las vías nerviosas en la médula espinal, causando pérdida de sensibilidad y control motor. Dolor agudo, tipo punzante, en las extremidades. Marcha inestable y caídas. Hormigueo o ardor, debilidad muscular y pérdida de reflejos. Las pupilas, no responden a la luz. Incontinencia urinaria, dolor abdominal y úlceras cutáneas. Daño articular indoloro. La pérdida de sensación de vibración y visión borrosa. Afectando la calidad de vida y la funcionalidad del paciente.