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La presbicia, también llamada presbiopía, es una condición de la visión común que ocurre a medida que se envejece. A menudo se le refiere como la condición de los ojos relacionada con envejecer o vista cansada.

La presbicia es la incapacidad de enfocar de cerca, un problema relacionado con la refracción dentro del ojo.

La refracción ocurre cuando la luz dobla al pasar a través de un objeto hacia otro. La visión ocurre cuando los rayos de luz se desvían (son refractados) al pasar a través de la córnea y el cristalino. Esta luz es enfocada luego sobre la retina.

La retina transforma la luz en impulsos eléctricos que se envían al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro interpreta estos mensajes, convirtiéndolos en las imágenes que vemos.

La presbicia ocurre de manera natural en las personas a medida que envejecen. El ojo no es capaz de enfocar la luz directamente sobre la retina debido al endurecimiento del cristalino natural.

El envejecimiento también afecta las fibras musculares alrededor del cristalino. Esto dificulta que el ojo enfoque en los objetos cercanos.

Un cristalino ineficaz hace que la luz se enfoque detrás de la retina y esto causa que empeore la visión de cerca.

Los signos y síntomas incluyen: dificultad para leer letras pequeñas, tener que sostener lo que lee a una distancia mayor que el largo del brazo, problemas para ver los objetos cercanos, dolores de cabeza y fatiga visual.

El "ARÁNDANO AZUL" (Vaccinium corymbosum L.) es una medicina natural para la visión de los ojos porque son ricos en flavonoides antocianinas, pigmentos que tienen una función antioxidante que ayudan a reparar las células nerviosas de la retina y que les otorgan su característico color azul.

Este pigmento también está presente en otros frutos de color rojo o rojo azulado como las moras, las frambuesas, las cerezas y las ciruelas e interviene en el metabolismo celular humano disminuyendo la acción de los radicales libres, asociados al envejecimiento.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los pilotos de la aviación inglesa descubrieron casualmente que su visión nocturna mejoraba si comían habitualmente mermelada de arándanos, y comprobaron también, que su vista se adaptaba más fácilmente cuando pasaba de zonas muy iluminadas a zonas más oscuras.

Posteriormente, se han llevado a cabo numerosos estudios que han demostrado la importancia que estos frutos azules tienen en la conservación de la vista y en la prevención la fatiga oculares.

Los flavonoides antocianinas de los arándanos tienen una función antioxidante, por lo que ayudan a reparar las lesiones que se producen en el interior de los ojos por la acción de los radicales libres.

La principal función de estos flavonoides se centra en la reparación de las células nerviosas de la retina, pero también favorecen un aumento del caudal sanguíneo, lo que aporta mayores nutrientes al ojo, protegen la producción del colágeno, e intervienen en la conservación y mayor rapidez en la producción de rodopsina, una proteína de los bastones de la retina encargada de captar la luz, evitando la afección denominada ceguera nocturna.
(Fuente: http://www.hacerfamilia.com/nutricion/arandano-medicina-natural-vision-ojos-vision-nocturna-20170104111657.html)

Opinión de expertos:

"Los arándanos azules se conocen en inglés con el nombre de blueberries, siendo empleados medicinalmente y en la elaboración de mermeladas. Los frutos contienen antocianidinas, las cuales son fuertemente antioxidantes y protectoras de los capilares. La actividad protectora capilar ha sido muy bien estudiada, en especial en el campo de la Oftalmología. Al respecto, los extractos de arándanos demostraron mejorar la visión en pacientes con retinopatía diabética (donde son muy escasos los productos que lleven algún beneficio en esta patología), así como en mejorar la visión nocturna". (Fuente: Dr. Cruz, Abel -Especialista en Medicina Natural- "Naturismo de la A a la Z". Editores Mexicanos Unidos, P. 45, México 2000)