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La menopausia puede presentarse en un rango amplio de edades, entre los 40 y 60 años, y se trata de un proceso gradual que suele durar varios años. Se caracteriza por una serie de cambios hormonales que traen consigo el cese de la menstruación y, frecuentemente, síntomas incómodos como los bochornos.

Durante la menopausia, los ovarios empiezan a producir menos estrógeno y progesterona, las hormonas femeninas. Específicamente la reducción de los niveles de estrógeno tiene un efecto en el hipotálamo, la región del cerebro que controla el apetito, el deseo sexual, el sueño y la temperatura corporal. Esta falta de estrógeno “confunde” al hipotálamo, que empieza a generar señales equivocadas de temperatura elevada al cuerpo.

El cerebro responde haciendo que el corazón bombee más rápidamente, los vasos sanguíneos se dilaten y las glándulas sudoríparas se activen.

Este es el proceso que tu cuerpo sigue normalmente en los días de calor para evitar que tu organismo se recaliente. Sin embargo, cuando esto se produce por la disminución de estrógeno, y no porque realmente haya una temperatura externa más alta, es natural que te genere incomodidad.

En algunos casos, los bochornos pueden estar acompañados o ser precedidos por agitación, sudor, e incluso náuseas, mareos, ansiedad, dolor de cabeza y sensación de sofocamiento. Estas descargas de calor suelen empezar en la región del tórax para luego subir al rostro.

Este proceso puede hacer que la temperatura de la piel se eleve hasta en seis grados, haciéndote sudar copiosamente. En otros casos, puedes sentir solamente la sudoración sobre el labio superior. Evidentemente se trata de una situación incómoda, si te encuentras por ejemplo en una reunión de trabajo.

Afortunadamente, los bochornos no suelen presentarse durante todo el día. Lo usual es que los sientas a primeras horas de la mañana, y al finalizar la tarde hasta la noche. Pueden durar desde unos segundos o minutos, hasta una hora, en algunas ocasiones.

Lo usual es que las mujeres experimenten niveles leves a moderadamente calientes. Sin embargo, entre un 10% y 15% sufren bochornos tan agudos que deben buscar ayuda médica.

Utilizar el “LÚPULO” (Humulus lupulus) para disminuir los síntomas de la menopausia es muy recomendable como terapia de remplazo hormonal por su alto contenido en flavonoides y fitoestrógenos que facilita el funcionamiento del sistema endocrino femenino. Incluso también hay quienes la recomiendan para los malestares relacionados con la menstruación.

EL principal activo del “LICORICE” (Glycyrrhiza uralensis Fisch.) es la glicirricina, que regula los niveles de estrógenos (los sube cuando son bajos y los baja cuando son altos), por lo que es un estupendo alivio en casos de cambios de humor, calores repentinos y cansancio.
(Fuente: http://www.menopausiaenclimaterio.com/alimentacion/201-lupulo-y-sus-beneficios-en-la-menopausia)