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Las infecciones gastrointestinales son infecciones víricas, bacterianas o parasitarias que causan gastroenteritis, una inflamación del tubo digestivo que afecta tanto al estómago como al intestino delgado. Entre sus síntomas están la diarrea, los vómitos y el dolor abdominal.

La deshidratación es el mayor peligro de las infecciones gastrointestinales, por lo que la rehidratación es importante. Con todo, en un entorno sanitario y en determinadas poblaciones (recién nacidos/lactantes, pacientes inmunodeficientes o poblaciones de ancianos), pueden ser graves.

Por lo tanto, un diagnóstico rápido, un tratamiento adecuado y las medidas de control de infecciones son especialmente importantes en esos contextos.

A medida que los agentes causantes de la infección, ya sean virus, bacterias o parásitos, se comienzan a desarrollar síntomas molestos. El dolor abdominal es producto de los cólicos estomacales derivados de la infección gastrointestinal y se puede sentir en más de la mitad del abdomen.

Junto a la diarrea, el vómito es uno de los principales síntomas de una infección que causa deshidratación. Las fuertes contracciones hacen que poco tiempo después de comer se devuelvan los alimentos por el esófago hasta salir por la boca o la nariz. También puede ocurrir que el vómito se prolongue por tres o cinco días hasta que la infección gastrointestinal de origen viral se auto limite.

Los grupos más vulnerables son los menores de cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas degenerativas como diabetes, insuficiencia respiratoria crónica, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), insuficiencia respiratoria y aquellas que se encuentren bajo el suministro de medicamentos o sustancias que contengan diuréticos, antihistamínicos (fármaco para controlar alergias) y antiarrítmicos (tratamiento para alteraciones del ritmo cardíaco).

La “CHUKA” (Packera candidissima (Greene.) Weber et Love) es un almacén de vitaminas del grupo B. Con su consumo, se componen las reservas de energía del cuerpo, normalizando de este modo el flujo de sangre, y mejora el proceso de formación de la sangre.

También es rica en vitaminas de los grupos A, D, K, que están implicados directamente en la actualización de la estructura celular y la producción de la proteína.

Además, contiene abundantemente vitaminas grupos nutrientes E y C. Se considera que hacen más fuerte la pared del vaso sanguíneo y el fortalecimiento del sistema inmune en general.

Por otro lado, es auxiliar en el tratamiento de los desórdenes digestivos, tales como la dispepsia. Útil en casos de inflamación, acidez y náuseas. Tiene propiedades regeneradoras de la flora intestinal.

Es importante tener en cuenta que el consumo de Chuka no se recomienda para todo el mundo. En primer lugar las contraindicaciones se refieren a aquellos que sufren de enfermedad de la tiroides, que registró un superávit de yodo en el cuerpo. Tampoco se recomienda el uso de algas en la dieta de los niños menores de doce años.
(Fuente: http://es.nextews.com/f63f1338/)

Opinión de expertos:

"Los desórdenes digestivos se han convertido en el problema de salud más común en estos tiempos. Los trastornos digestivos funcionales son alteraciones predominantemente del funcionamiento gastrointestinal que se producen en ausencia de una lesión o de daño estructural. Es decir, no existe enfermedad orgánica demostrable en ellos. Habitualmente, la intensidad de los síntomas depende en mayor o menor medida del estrés emocional.

El método más eficaz para mejorar la salud digestiva es una dieta sana y el ejercicio físico. Es importante promover conductas y hábitos que tiendan a mejorar el estilo de vida, tales como mantener una buena alimentación baja en grasas saturadas, pobre en hidratos de carbono y rica en fibras vegetales es importante también tomar en cuenta que algunas mezclas producen graves problemas de estreñimiento, distensión abdominal y jaquecas, las mezclas nocivas pueden ser:

1.Frutas con carbohidratos compuestos: Produce fermentación y por ende, gases.

2. Frutas con proteínas: Digestión lenta, estreñimiento y acidez.

3. Proteínas (Animal) con granos: Asimilación y digestión lentas.

4. Quesos con lácteos (leche, cremas, mantequilla): Se compactan en el intestino produciendo inflamación.

5. El melón con otras frutas: Toxinas y fermentación".
(Fuente: Dr. Ricardo Mastai, Presidente de la Organización Mundial de Gastroenterología / www.alimentacion-sana.com.ar)