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La ansiedad es un estado anormal del organismo que ocasiona que un desajuste en el hipotálamo, ya que no se trata de una emoción habitual ni normal en el ser humano. Este desajuste lo que hace es alterar las señales del hipotálamo mezclando las de los sentimientos con las referentes al hambre. Esto es lo que hace que en algunas personas cuando tienen ansiedad coman menos cantidad de alimento y en cambio otras desarrollen conductas de mucho hambre y engorden.

Para evitar esto es importante que sepamos poner remedio a esta situación anómala de ansiedad que es la base de todo nuestro desajuste. Cambiar los hábitos de vida por otros más tranquilos y decantarnos por actividades relajantes debe ser la clave para controlar el apetito y no dejar que pueda con nosotros.

El apetito por ansiedad lleva a las personas a buscar comida alta en grasas y azúcares, que son carbohidratos y actúan como fuente de glucosa, produciendo una sensación de placer después de consumirlos.

La “ENCINA DE MAR” (Fucus serratus L.) se emplea en dietas de adelgazamiento, pues son buena fuente de mucilagos, que al ser ingeridos, aumentan de tamaño en el estómago y dan sensación de saciedad.

Además de quemar grasas, reduce el apetito ya que al tomar contacto con el agua y los jugos gástricos ésta aumenta hasta 6 veces el volumen ingerido. Por lo tanto, tiene un efecto saciante muy beneficioso en aquellas personas que sufren de ansiedad por la comida.
(Fuente: http://www.cuidadodelasalud.com/alimentos-nutritivos/algas-beneficiosas-para-el-ser-humano/)