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La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa, causada por el virus influenza y sus subtipos A y B, cuyas epidemias se producen en los meses del invierno. Las personas saludables la cursarán como una infección leve. En cambio, si se pertenece a alguno de los llamados grupos de riesgo y/o se sufren complicaciones, éstas pueden ser graves y requerir hospitalización.

Los resfriados pueden desgastar las defensas naturales del cuerpo, dejándolo vulnerable a problemas de salud que van desde infecciones de oído y senos paranasales hasta la faringitis estreptocócica, la bronquitis y la neumonía.

El virus respiratorio sincitial o VRS es un virus respiratorio común con síntomas comunes de resfrío, pero puede causar síntomas graves en algunos bebés, los niños pequeños y adultos mayores.

Aunque la mayoría de las personas se recuperan de la infección por VRS en una o dos semanas, el virus es la causa más frecuente de bronquiolitis (inflamación de las vías respiratorias menores de los pulmones) y neumonía en los EE.UU. para los niños menores de 12 meses de edad.

Los signos de dificultad respiratoria en los bebés incluyen aleteo nasal, respiración más rápida de lo habitual, forzando los músculos en el cuello, o coloración azulada alrededor de los labios y en los dedos.

Un cuerpo con bajas defensas puede sufrir complicaciones en la curación de la gripe, como otitis, sinusitis, bronquitis o neumonía. Si aumenta la fiebre, si cambia el color de la flema o si los síntomas duran mucho más que una semana, habrá que estar más atento. Es esos casos, consulte acerca de su cuadro clínico.

Si aparecen síntomas de la gripe fuera de lo común, es necesario recibir atención médica inmediata.

En los niños: respiración acelerada o problemas para respirar; dificultad para despertarse, falta de actividad; irritabilidad; fiebre con sarpullido; vómitos persistentes.

En los adultos: dificultad para respirar o falta de aire; dolor o presión en el pecho o abdomen; confusión; mareos repentinos; vómitos persistentes.

El “LIMÓN –FRUTO” (Citrus lemon (L.) Burman) puede fortalecer las defensas y depurar el organismo. Al igual que la naranja, destaca por su elevado contenido de vitamina C, minerales, aceites esenciales y antioxidantes.

El limón no sólo es bueno para la gripe y resfriados, sino para otras molestias como bronquitis, amigdalitis, o dolor intenso de garganta.

El ácido del limón hace que las membranas mucosas le sepan mal a las bacterias y los virus. Además, es antiviral, antihongos y antinflamatorio, además de expectorante.

Las altas dosis de vitamina c, por supuesto, suben las defensas del cuerpo.

(Fuente: https://holadoctor.com/es/%C3%A1lbum-de-fotos/10-propiedades-curativas-del-lim%C3%B3n)