Información de los principales ingredientes:

Nombre Científico: Heliocarpus appendiculatus

Árbol de hasta 25 m de altura. Las hojas son orbiculares, cordadas por la base, de unos 20 cm de diámetro, con largos peciólos, margen dentado y nerviación prominente por el envés. Las flores son grandes, bellas, terminales o axilares, usualmente solitarias, con pétalos amarillos que se tornan color rojo al envejecer. El fruto es una cápsula loculicida pentalocular, que contiene unas semillas algo tomentosas en el interior.

Según los especialistas cubanos contiene flavonoides, sustancias antioxidantes con efectos beneficiosos.

Las hojas, la corteza y las flores tienen taninos, flavonoides y saponinas, encontrándose también trazas de kaempferifritina y quercitina.

Por lo general la forma de usarse más extendida es en cocimiento y jarabes, de acuerdo al remedio. Simplemente, en un litro de agua se pone a hervir dos o tres flores. Si es para ingerir puede endulzarse al gusto con algunas cucharaditas de azúcar. La dosis puede ser tres veces al día.

Se usa contra las almorranas, también se usa como pectoral eficaz, como laxante y para las enfermedades inflamatorias agudas de los órganos digestivos.

Se utilizan las hojas para las hemorroides.

Resfriados, bronquitis, hemorroides.

Se emplea para aliviar dolencias gastrointestinales y respiratorias; para aplacar dolores reumáticos y musculares.

De manera general se usa cuando la gente está débil, en caso de diarrea.

Opinión de expertos:

Rodrigo Mondragón afirma que cuando la gente está muy débil las flores se restriegan en agua y se toman, cuando no hay flores, los retoños son buenos para conseguir el mismo efecto.

Asegura a su vez que en forma de infusión para agilizar el parto. La corteza combinada con equimite o pichoco se da a las embarazadas. Para detener las hemorragias se raspa un poco de la corteza y la pasta obtenida se aplica en heridas o nacidos. En caso de diarrea se prepara un cocimiento de la corteza.