Información de los principales ingredientes:

Fórmula magistral de plantas medicinales para mitigar problemas del aparato digestivo. Enfermedades como gastritis, colitis, refrujo, gases y cólicos.

Asimismo, se emplea para curar cálculos biliares, paludismo, dolor en los riñones, así como granos y otras afecciones purulentas en la piel. Además, se usa en tratamientos para las úlceras, cáncer de estómago, gastritis, lesiones cutáneas y endurecimiento de encías.

Otra de las grandes virtudes de este compuesto es combatir con eficacia el colesterol y otras grases en la sangre, reduciendo sus contenidos mediante un mecanismo similar a la niacina (vitamina B3).

Por otro lado, la mezcla de todas estas plantas estimula la producción de bilis en el hígado y favorece las secreciones biliares de la vesícula.

En ese sentido, este compuesto tiene gran eficacia en el tratamiento de la insuficiencia hepática, cirrosis, hepatitis y congestión del hígado. Por otro lado, el compuesto de Amuzgo es un excelente carminativo y estimula la secreción láctea. Debido a ello, posee propiedades galactógenas.

Asimismo, produce una discreta actividad expectorante y está indicado en el tratamiento de la tos crónica. También posee virtudes diuréticas. Además, aumenta la masa muscular, actúa como vasodilatador y es capaz de combatir la anemia.

Por si fuera poco, abre el apetito y, cuando la mujer pierde su periodo, estimula la menstruación. Asimismo, combate infecciones por bacterias, virus, papiloma, cándida u hongos, además de ayudar a eliminar dolores ginecológicos, musculares o de tendones.

Otra de sus cualidades es la de promover la elasticidad y firmeza reumáticas, así como favorecer las reacciones inmunitarias del organismo. Este compuesto tiene algunos otros atributos como ser antiséptico y antioxidante, además de constituir un buen remedio para curar el espolón calcáneo.

Además, facilita la emisión de heces blandas sin provocar cólicos, estimulando la motilidad del intestino grueso y aumentando los movimientos peristálticos.

Opinión de expertos:

Rodrigo Mondragón afirma que en esta cultura se consideraba que el sabor amargo es la esencia de la vida y que se podía curar cualquier enfermedad bebiendo una sustancia amarga.

Fisiológicamente, la introducción de una sustancia amarga en el organismo produce un pequeño shock, que viene seguido de reflejos estimulantes de las glándulas y los distintos aparatos.

En general, las plantas amargas son estomacales, aperitivas, digestivas, diuréticas y tónicas; influyen positivamente en el hígado, donde activan tanto la secreción biliar y, tras la misma, el flujo de la bilis. En conjunto, la fórmula magistral del té Amuzgo tiene acciones: antiespasmódica, antiinflamatoria, antiséptica y tonificante (del estómago) que la hacen única para tratar los malestares del tracto gastrointestinal.

Calma los músculos suaves, protege las membranas mucosas, previene las putrefacciones y las infecciones y mantiene en equilibrio la flora intestinal.