Información de los principales ingredientes:

Nombre científico: Macadamia integrifolia

Las hojas de Macadamia (Macadamia integrifolia) son muy ricas en vitaminas del tipo A, E y B junto a multitud de elementos como el calcio, hierro, fósforo, potasio y selenio. Entre sus beneficios está que, en primer lugar, reducen los niveles de colesterol en sangre, una afección que puede derivar después en enfermedades más graves como el infarto de miocardio.

En este sentido, la planta está compuesta casi en un 80% de una grasa monoinsaturada que propicia a eliminar de manera considerable ese colesterol LDL que se puede adherir a las paredes de nuestras venas y arterias.

Dentro de sus compuestos está también el ácido Omega 3, un elemento importante que reducirá las posibilidades de sufrir cualquier insuficiencia cardiaca que tanto suele aparecer cada vez a edades más tempranas.

Este nutriente favorece también todo el metabolismo y por tanto puede ayudar a perder esos kilos de más que tan presentes están después del verano. También mejora el estado de ánimo y evita la aparición de cualquier cuadro de estrés o ansiedad.

Asimismo, contiene Omega-7 o ácido palmitoleico, que puede afectar el metabolismo, frenando el apetito y ayudando a quemar grasa más rápido. Además, es importante para mantener una buena salud en el cabello, ya que le otorga brillo, hidratación y fortaleza.

Las hojas de Macadamia también ayudan a que una persona se sienta saciada y con menos hambre, o que reduce la tendencia a comer en exceso y los antojos. Por otro lado, coadyuva a mantener los huesos y dientes sanos, además de cuidar y mejorar el estado general de la piel, dándole brillo natural a la cara, suavidad e hidratación.

También cuenta con propiedades que se relacionan con el fortalecimiento del sistema inmunitario. En este sentido, si el organismo está sometido a tratamientos para eliminar células cancerígenas, las hojas y tallo de la Macadamia son de gran ayuda para aportar energía y darle una apariencia de mayor alivio al cuerpo. También tiene la virtud de cuidar de nuestro sistema nervioso favoreciendo su buen funcionamiento.

Por si fuera poco, las hojas de macadamia regulan los niveles de glucosa en la sangre. Esto hará sentir a las personas con mayor salud y bienestar en caso de padecer diabetes.

Por último, cabe destacar que las hojas y tallo de Macadamia también tienen un alto contenido en fibra. Esto significa que también pueden desbloquear el cálculo intestinal y por tanto, propiciar a que las personas vayan con mayor frecuencia al cuarto de baño.

Todo esto sin mencionar que esta situación evitará que suframos cualquier cuadro de diarrea o estreñimiento en el futuro. Por si fuera poco, también son una gran fuente de energía y de hecho son muchos los deportistas que la toman antes de realizar cualquier práctica deportiva.

Opinión de expertos:

Rodrigo Mondragón menciona que como un alimento natural y entero esta nuez contiene antioxidantes, vitaminas y minerales con un potencial de estimular significantemente la salud. Contiene altas cantidades de vitamina B1 y magnesio, y solo una porción abarca 58 por ciento de lo que necesita de manganeso y 23 por ciento del valor diario recomendado de tiamina.

Las nueces crudas contienen un gran número de nutrientes, así como una porción saludable de grasa monoinsaturada. Las macadamias, con su propio perfil nutrimental, son relativamente bajas en carbohidratos y proteína (conteniendo un 2 % en una porción de una onza), son altas en ácido oleico y ácidos grasos monoinsaturados omega-9, el mismo ácido graso que se encuentra en el aceite de oliva. De hecho, de los 21 gramos de grasa que se encuentran en la nuez de macadamia, solo tres son grasas saturadas.

Ensayos clínicos y estudios demostraron que el perfil de ácidos grasos en la nuez de macadamia afecta benéficamente los sueros lípidos/lipoproteínas, resultando en reducidos riesgos de enfermedades cardiovasculares.

Adicionalmente, un estudio de Journal of the American College of Nutrition encontró que gente que comía nueces se beneficiaba de otras maneras incluyendo:

•Menos presión arterial sistólica

•Menos propensos a tener dos de los factores riesgosos para el síndrome metabólico: una presión sanguínea alta y bajos niveles de colestrol HDL (bueno) (para consumidores de nueces)