Ingredientes:
ACEITE DE CARDO ROJO (Cirsium ehrenbergii)


¡Descubre el poder transformador del aceite vegetal de cardo mariano: Tu clave para una piel radiante y una salud renovada!

Imagina tener en tus manos un tesoro en forma de aceite vegetal: el aceite de cardo mariano. Este maravilloso elixir es una de las fuentes más destacadas de vitamina E, lo que le confiere un poder antioxidante excepcional para combatir el envejecimiento cutáneo.

Pero eso no es todo. El aceite de cardo mariano posee la sorprendente capacidad de mantener la sangre en un estado líquido dentro de nuestros vasos sanguíneos, al mismo tiempo que activa la microcirculación. Esto significa que tu cuerpo recibirá un impulso revitalizante y una mejor circulación sanguínea, lo que promoverá una piel luminosa y saludable.

El cardo mariano es una planta prodigiosa que puede transformar tu salud en un abrir y cerrar de ojos, gracias a la multitud de beneficios que ofrece. Y estos beneficios se deben a las increíbles propiedades que posee el cardo mariano en sí. Rica en silimarina, un principio activo presente en sus semillas, esta planta tiene el poder de tratar enfermedades hepáticas y proteger este vital órgano.

Si buscas soluciones naturales para problemas hepáticos, el aceite de cardo mariano es tu aliado. Ha demostrado su eficacia en casos de hepatitis aguda y crónica, insuficiencia hepática y cirrosis. No pierdas la oportunidad de aprovechar los beneficios curativos de esta planta milagrosa.

¿Estás listo para experimentar una transformación en tu salud? El aceite vegetal de cardo mariano es tu pasaporte hacia una piel radiante y una función hepática óptima.

¡No esperes más para descubrir sus beneficios y revitalizar tu cuerpo de adentro hacia afuera!

Información de los principales ingredientes:

Nombre científico: Cirsium ehrenbergii

El aceite vegetal de cardo mariano es una de las mejores fuentes de vitamina E por lo que se le confiere un alto poder antioxidante, actúa en contra del envejecimiento cutáneo.

Tiene la capacidad de hacer que la sangre en estado líquido permanezca en los vasos sanguíneos, así como de activar la microcirculación sanguínea.

El cardo mariano es una planta capaz de cambiar nuestra salud de la noche a la mañana, por la cantidad de beneficios que tiene. Pero esos beneficios, son debidos a una serie de propiedades que presenta el mismísimo cardo mariano. Es rico en Silimarina, un principio activo presente en las semillas que ayudarán a tratar las enfermedades del hígado y a protegerlo.

• Utilizado en casos de hepatitis aguda y crónicas, insuficiencia hepática y cirrosis.

• Evita la aparición de cálculos y disolver cálculos biliares. Favorece la salida de la bilis a los intestinos.

• Hígado graso.

• Hipotensión arterial.

• Reduce el nivel alto de colesterol.

• Mejora las dolencias del páncreas.

• Combate la acidez de estómago o agruras.

• Está aconsejado para la diabetes.

• Estimula la expulsión de bilis.

• Protege el sistema cardiovascular y el nervioso.

• Recomendado para la glándula prostática.

Opinión de expertos:

Rodrigo Mondragón afirma que la parte usada de esta planta son las pequeñas frutas duras conocidas técnicamente como aquenios, de los cuales se extrae un vilano. Las frutas del Cardo rojo han sido utilizadas durante muchos años para una variedad de enfermedades, pero especialmente para problemas hepáticos.

Se nos reitera la habilidad del cardo rojo para prevenir la destrucción del hígado y mejorar la función hepática es principalmente el resultado de la acción de la silimarina de estimular el crecimiento de nuevas células hepáticas para reemplazar a las viejas células dañadas. Es un hecho, muy bien estudiado que la silimarina que contiene el cardo rojo tiene gran habilidad sobre el hígado para estimular la síntesis de proteínas.

El principal beneficio del aceite de cardo rojo se debe a su alto contenido de silimarina es útil para depurar el hígado, y en caso de presentar hígado graso ésta se encarga de eliminar el exceso que se acumula en el laboratorio del cuerpo.

La vesícula biliar también se ve beneficiada, pues estimula la secreción y el flujo de la bilis protegiéndola de futuro daños.