Información de los principales ingredientes:

Ácido Aspártico

El ácido aspártico o aspartato es un aminoácido no esencial que participa en la conversión del amonio en urea. Algunas sales como el aspartato magnésico y el potásico se han utilizado para casos de fátiga crónica.

El aspartato interviene en el transporte del nitrógeno en la naturaleza. En el cuerpo humano cumple una importante función en el mantenimiento de las funciones cerebrales, por su acción decisiva sobre el metabolismo del ácido glutámico. Se ha utilizado frecuentemente como energético junto con el sodio y el potasio.

El ácido aspártico ejerce una función primordial como desintoxicante de la sangre, favoreciendo el funcionamiento de otros órganos, así:

• Protege al hígado de enfermedades, ayudando a la expulsión del amoníaco producido en el metabolismo por las vías urinarias.

• Colabora en el buen funcionamiento celular del cuerpo, participando en la de producción y expulsión de hormonas.

• Uniéndose al potasio y al magnesio durante el metabolismo, rejuvenece la actividad celular.

• Asiste en la formación del ácido glutámico, estimulando las conexiones cerebrales.

• Junto al magnesio, calcio y potasio contribuye a mantener el sistema cardiovascular.

• Estimula la función del ADN y ARN como portadores de información genética.

• Es esencial para el normal funcionamiento del sistema nervioso.

• Interviene en la elaboración de la glucosa durante el proceso de gluconeogénesis para producir energía al cuerpo.

• Multiplica la absorción, circulación y utilización de minerales a través de la mucosa intestinal, la sangre y las células.

• Incrementa los niveles de testosterona favoreciendo el crecimiento y desarrollo muscular.

Vitamina B-5

La vitamina B5 o ácido pantoténico está incluida en el complejo B, es hidrosoluble y forma parte de la coenzima A (CoA), un factor esencial para muchas de las reacciones químicas que se producen en el organismo y que son necesarias para mantener el buen funcionamiento del cuerpo humano.

Algunas plantas y microorganismos fabrican (sintetizan) la Vitamina B5 que, una vez dentro de nuestro cuerpo, se convierte en ácido pantoténico y participa realizando importantes funciones:

• Obtención de energía

• Contra el estrés

• Alarga la vida

• Salud de la piel

La Vitamina B5 se almacena principalmente en el hígado, riñones, glándulas suprarrenales, corazón, cerebro y testículos, y se elimina, principalmente, a través de la orina o a través de la respiración (en forma de dióxido de carbono).

Opinión de expertos:

Ácido aspártico

Rodrigo Mondragón afiirma que el ácido aspártico, interviene específicamente en los procesos metabólicos del Sistema Nervioso Central (SNC), activando la neurotransmisión. Es un aminoácido no esencial que entra en la constitución de prácticamente todas las proteínas y tiene un papel destacado en el metabolismo humano. Junto con el ácido glutámico es el aminoácido más abundante en el cerebro y, como neurotransmisor, es relevante en el funcionamiento cerebral.

Es una pieza clave en la producción de energía de nuestro organismo. Dicha producción de energía (ciclo de Krebs), es el verdadero horno de nuestro organismo y por ello aporta la energía necesaria y suficiente para nuestro ciclo vital.

A nivel celular transporta potasio y magnesio al interior de la célula, y ese transporte de potasio conlleva un gasto de sodio que disminuye levemente la tensión arterial. Protege al hígado y al SNC del exceso de amoníaco resultante del metabolismo proteico, y ayuda a eliminarlo. Es transmisor y estimulador cerebral, actúa igualmente en la estabilidad y mejora sustancialmente la regulación emocional. Juega un papel importante en la producción y secreción de hormonas. Se encuentra principalmente en la glándula pituitaria, el hipotálamo, y los testículos Es un inmunoactivador a nivel general y específicamente en la glándula timo. Resultado de esta inmunoactivación, es la protección que genera frente a los efectos dañinos de la radiación.

El ácido aspártico potencia la hormona que activa la grasa parda en aquellas personas que tienen un déficit de este tejido o en aquellas cuya genética les produce una resistencia a la misma, tal y como ocurre en el caso de los diabéticos de Tipo II con la insulina.