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La tiña conocida científicamente como Tinea corporis, es una enfermedad de la piel causada por hongos, que provoca que aparezcan pequeñas ampollas de líquido claro, que se secan y se quedan amarillas o rojizas a lo largo del tiempo.

Generalmente esta enfermedad es más común en niños y ancianos, pero puede ocurrir a cualquier edad, debido a la falta de higiene o transpiración excesiva. Las áreas del cuerpo más afectadas son normalmente el tronco, la ingle, el rostro y los brazos, pero las ampollas pueden aparecer en cualquier lugar.

La tiña es una enfermedad muy contagiosa, principalmente si alguien entra en contacto con la lesión de una persona contaminada o con objetos contaminados. Y es por esto, que durante el tratamiento se aconseja no compartir los objetos personales como toallas, ropas o sábanas.

La tiña manifiesta síntomas que pueden abarcar picazón. La erupción empieza como un área pequeña de puntos y granos rojos y elevados.

El “ACEITE ÁRBOL DEL TÉ” (Melaleuca alternifolia) posee un efecto antiséptico triple: actúa contra las bacterias, hongos y virus, además, es bactericida, fungicida, antiviral, cicatrizante, balsámico antiinflamatorio, desodorante y expectorante. Las propiedades antisépticas, fungicidas y anti-acneicas están aceptadas y reconocidas por el departamento de salubridad Australiano.

El aceite esencial del árbol del té, como todos los aceites esenciales, tiene un gran poder de penetración en la piel, llegando incluso al torrente sanguíneo.

Todos los productos cosméticos que contengan este aceite tendrán una acción regenerante de la piel, de oxigenación de las células además de efectos antisépticos y antibacterianos.

(Fuente: http://www.inkanat.com/es/arti.asp?ref=aceite-arbol-de-te)