¿Sabes cuáles son las propiedades de la GENCIANA?
¿Sabes cuáles son las propiedades de la GENCIANA?
La Genciana es uno de los tónicos estomacales más preciados, ya que, sus principios amargos excitan la secreción de todas las glándulas digestivas, incluidas las salivares. De esta manera, abre el apetito (aperitiva) y facilita la digestión (digestiva). También ayuda para:
Indigestiones.
Vómitos Inapetencia.
Raquitismo.
Diarrea Gases Parásitos intestinales.
Convalecencia de enfermedades febriles.
Además, estimula la secreción de bilis por parte del hígado (colerética) y favorece su vaciamiento en el duodeno (colagoga). Por esta razón, suele recomendarse en casos de congestión hepática y vesícula perezosa.
Diurético natural, ideal para prevenir piedras en el riñón y en la prevención de lombrices intestinales.
Es una planta que tiene minerales para reconstituir el sistema circulatorio, para tonificar y para tener fuerzas, lo que permite desarrollar las actividades diarias de una mejor manera.
Los amargos de la genciana incrementan el número de glóbulos blancos de la sangre y se utilizan para tratar anemias secundarias.
Su administración puede ayudar en el incremento en las defensas del organismo, a expensas del aumento de glóbulos blancos (leucocitos). Se piensa que puede tener una acción favorable en los casos de depresión inmunitaria (escasa resistencia a las infecciones).
La Genciana es un excelente tónico para los nervios. Combate:
Debilidad muscular.
Clorosis.
Escorbuto.
Hidropesía.
Gota.
Artritis.
Conoce la Fórmula Magistral del día de Rodrigo Mondragón®
Fórmula del día 08 de Julio del 2024 EUCALIPTO
Código SKU: 080724
Fecha de difusión:
08 de Julio del 2024
Tema del día:
EUCALIPTO Hojas (Eucalyptus perriniana)
Subtema:
INFECCIÓN RESPIRATORIA POR MICOPLASMA
Fórmula para:
Fiebre leve a moderada, tos persistente que puede ser seca o productiva, dolor de garganta, congestión y secreción nasal, dolor de cabeza, fatiga, debilidad, y dolor torácico. Erupciones cutáneas, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, diarrea, irritación ocular, sudores nocturnos y pérdida de apetito. Sibilancias, crepitaciones, ruidos pulmonares anormales al auscultar los pulmones. Otitis media, anemia hemolítica, broncoespasmo y dolor en el pecho.