¿POCHOTE? ¿Para qué me sirve?
¿POCHOTE? ¿Para qué me sirve?
Cociendo su corteza se tratan heridas, reumatismos y sirve como antiespasmódico diurético; con su resina se puede curar enfermedades intestinales; sus hojas contienen alcanfor que ayuda a la cicatrización de las heridas y posee propiedades desinflamatorias para tumores y dolores.
POCHOTE tiene una conformación de picos en todo su tronco, como puntas blandas, se utiliza su corteza para curar, en el intestino a veces aparecen ese tipo de abultamientos (como espinas), entonces la corteza del POCHOTE parece que es un intestino al revés (mostrando la parte interna), esta característica tan particular hace que el árbol luzca su belleza.
Volviendo a la comparación con el intestino humano, esas protuberancias que salen, como campanillas de su tronco, semejantes a las protuberancias del POCHOTE y que sangran e inflaman, hasta que en ellas se atoran las heces, dan paso a la diverticulitis.
Cuando se produce la inflamación de muchas de estas protuberancias se puede provocar una tumoración maligna, como el cáncer que se puede atender con el POCHOTE.
Esta planta es de gran auxiliar cuando se padece:
Gastritis.
Colitis.
Agruras.
Reflujo.
Mal aliento.
Inflamación de hígado o de vesícula.
Particularmente cuando se sienten punzadas en la boca del estómago con ardor, en ocasiones hasta dientes cariados o amarillentos hay porque se está produciendo un reflujo muy fuerte que además inflama las encías y el esmalte dental se ve afectado si eso pasa, debe tomar POCHOTE.
De manera general, interviene en el tratamiento de:
La debilidad.
Dermatitis.
Los espasmos.
Las mordeduras de víbora.
Conoce la Fórmula Magistral del día de Rodrigo Mondragón®
Fórmula del día 26 de Abril del 2024 POCHOTE
Código SKU: 260424
Fecha de difusión:
26 de Abril del 2024
Tema del día:
POCHOTE Corteza (Ceiba aesculifolia)
Subtema:
NEUROPATÍA PERIFÉRICA
Fórmula para:
Sensación de entumecimiento o hormigueo en los pies y las manos.- Dolor, sensaciones punzantes, ardor, picazón o calambres en las extremidades. Debilidad muscular en las extremidades afectadas, lo que puede dificultar actividades como caminar, levantar objetos o realizar tareas finas con las manos. Puede afectar el equilibrio y la coordinación, lo que aumenta el riesgo de caídas. Cambios en la piel y las uñas. Sensaciones de quemazón o descargas eléctricas en las extremidades.