Alhucema o Lavanda ¿Con qué nombre la conoces?
Alhucema o lavanda ¿Con qué nombre la conoces?
Combatir el estrés, los nervios, ayudando a reconciliar el sueño. Dolor de estómago, en caso de indigestión, diarreas.
Padecimientos digestivos como diarrea, dolor de estómago y vómitos. Padecimiento de la vesícula.
Contrarrestar la tos y tos ferina. Hemorragias vaginales y lavar heridas.
Disminuir la fiebre.
Entre sus propiedades se encuentran cualidades antiespasmódicas así como antibacterianas. Se trata de un excelente antiséptico que se recomienda para infecciones de la piel y en heridas cutáneas. Su consumo ayuda en problemas de espasmos digestivo aunque su uso de esta forma es poco frecuente.
También se le suele usar en cuestiones de aromaterapia.
Usos tradicionales: tos, bronquitis, hemorragias uterinas, alopecia (caída de cabello), afecciones de vesícula, diarrea, dolor de estómago, dolor de muela, vómito, lavar heridas, fiebres, uso místico.
Para el resfriado, tos y bronquitis. La infusión de las hojas o de las flores se toma para atender problemas respiratorios como el resfriado, la tos y la bronquitis.
Su té es aconsejable para el dolor de cabeza, dolor de garganta, tos, tos ferina, faringitis, laringitis y asma. Tanto en tés como en forma de aceite, esta hierba calma el sistema nervioso y facilita el buen sueño.
Se ha comprobado que es una planta tónica, antimicrobiana, antiespasmódica y diurética, por ello es indicada en casos de cistitis e inflamaciones en las vías urinarias, mientras que su uso externo es apropiado contra los dolores del reumatismo.
Conoce la Fórmula Magistral del día de Rodrigo Mondragón®
Fórmula del día 26 de Octubre del 2023 ALHUCEMA
Código SKU: 261023
Fecha de difusión:
26 de Octubre del 2023
Tema del día:
ALHUCEMA Flor (Salvia lavanduloides)
Subtema:
TRASTORNO DE ANSIEDAD INDUCIDO POR SUSTANCIAS
Fórmula para:
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias. Ansiedad excesiva o persistente. Preocupaciones excesivas o irracionales. Inquietud o sensación de nerviosismo. Fatiga o debilidad generalizada. Dificultad para concentrarse o prestar atención. Problemas para conciliar o mantener el sueño. Temblores, sudoración, palpitaciones, sequedad de boca y problemas gastrointestinales. Cambios de humor bruscos y desproporcionados. Síntomas de abstinencia. Dificultades en el desempeño laboral o académico.