Rosa Mosqueta y sus Propiedades Medicinales.
Rosa Mosqueta y sus Propiedades Medicinales.
En dermatología, su aplicación tópica actúa como estimuladora, reconstructora y regeneradora de los tejidos, resultando clínicamente efectiva en cicatrices hipercrónicas, arrugas y post quemaduras.
Las flores son aperientes, astringentes y estomacales, puede usarse para tratar dolores de cabeza y mareos, se usa como un tónico para el corazón y los nervios y un purificador de la sangre.
Se usa para tratar las llagas en la boca.
Se está investigando como un alimento que es capaz de reducir la incidencia de cáncer y también como un medio para detener o revertir el crecimiento de los cánceres.
Algunos de los más comunes son: artritis, dolor de espalda, diabetes, cálculos biliares, gota, ciática, úlceras, infección de tracto urinario.
También se ha demostrado efectivo para fortalecer el sistema inmunológico, estimular la circulación, reducir inflamaciones y ayudar a prevenir enfermedades del corazón.
Debido a su composición es altamente recomendable como remedio natural contra las arrugas, quemaduras, manchas de la piel, cicatrices (tanto quirúrgicas como accidentales, ayudando a atenuar y mejorar el color de las mismas) y el envejecimiento prematuro.
Es laxante delicado, diurético, astringente, estimulante del organismo, eficaz antioxidante, prepara al cuerpo para defenderse de las infecciones y de los desequilibrios del sistema inmunológico. Es un reconstituyente general y combate la debilidad, el cansancio y la fatiga. Es una de las mejores proveedoras de VITAMINA C en estado natural.
Conoce la Fórmula Magistral del día de Rodrigo Mondragón®
Fórmula del día 21 de Junio del 2023 ROSA MOSQUETA
Código SKU: 210623
Fecha de difusión:
21 de Junio del 2023
Tema del día:
ROSA MOSQUETA Fruto (Rosa eglanteria)
Subtema:
SANGRE DE MALA CALIDAD
Fórmula para:
Sangre de mala calidad. Debilidad, falta de energía, cabello seco y sin brillo, uñas quebradizas, cansancio continuado, propensión a los resfriados, falta de concentración y descenso del rendimiento físico e intelectual. Fatiga y debilidad generalizada. La piel y las membranas mucosas pueden aparecer más pálidas de lo normal. Mareos, dificultad para respirar y sensación de falta de aire. Infecciones recurrentes o una mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas. Dolor en el pecho o palpitaciones.